«Antes que nada está el apellido. Sabés, yo creo que el arquero, el buen arquero, no es un pibe que nace o se hace, sino un nombre que se dice. Yo, como mi amigo Fontanarrosa, por ejemplo, tenía un buen nombre para arquero: Campodónico. Porque es algo largo, como que ocupa mucho arco… —y Campitos abría los brazos, como para llegar de palo a palo—. Hay ejemplos a patadas: Camarata, Marrapodi, Mussimesi, Hernandorena, Giambartolomei… No digo que con apellido corto no podés ser arquero, pero ahí tenés que agregarle un nombre largo: Amadeo Raúl Carrizo. En España los arqueros buenos son casi todos vascos por eso: tienen unos apellidos…»
Juan Sasturain, “Campitos”
No hay comentarios:
Publicar un comentario