«¿Por qué no me cuentas algo de esta tierra, Juanito? Tú eres de aquí. Desde que llegué, desde el primer día, he sabido que está llena de espíritus —vaciló un momento—. No, no lo digo bien. Los espíritus son sombras débiles de la realidad. Lo que vive aquí es más real que nosotros mismos. Nosotros somos los espíritus de su realidad.»
John Steinbeck, A un dios desconocido
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